El nido de "La Gaviota" (la novia de Enrique Peña Nieto)
Ayer por la mañana Enrique Peña Nieto intentó justificar su ignorancia literaria y el no saber cuánto es el salario mínimo alegando que “la oposición” (o sea que cree que el PRI está en el poder) armó los escándalos en su contra.
O sea que cree que los demás son responsables por su propia ignorancia.
Por tarde, W Radio dio a conocer el audio de la entrevista en la que Peña Nieto no supo el salario mínimo y reveló que tampoco sabe cuánto cuesta un kilo de tortilla ni sabe cuánto cuesta un kilo de carne.
La pifia más grande fue por el kilo de tortilla. Dijo: "No lo sé porque no soy la señora de la casa, pero debe andar en siete u ocho pesos."
Para empezar el precio de la tortilla ha sido uno de los grandes problemas de este sexenio. Apenas empezó 2007 cuando el precio se disparó, quedando en 8 pesos en ese entonces. Hoy oscila entre los 10 y los 12 pesos en diversos estados de la república. Resulta increible que Peña Nieto no lo sepa. Máxime si consideramos que Eruviel Ávila puso propaganda de su campaña electoral en un montón de tortillerías en el Estado de México.
Pero lo que terminó de hundir a Peña Nieto fue eso de “no soy la señora de la casa.” Con esa frase Peña Nieto reveló que considera que los hombres no van por las tortillas; que eso es cosa de mujeres.
En Twitter la indignación no se hizo esperar. De inmediato, por medio del hashtag #nosoylaseñoradelacasa le reclamaron que no sólo necesita clases de literatura, sino también de equidad de género, señalando los tintes machistas de su declaración.
Poco después de eso, Peña Nieto respondió en Twitter a los reclamos con una rapidez poco usual. Pero no para disculparse, sino para recriminarles. Dijo:
“Lamento que se malinterprete esta expresión para desacreditar mi aprecio, respeto y admiración por las mujeres.”
O sea que, una vez más los culpables de su pifia son los demás.
Pero lo más lamentable fue lo que dijo después de eso:
“Dije "no soy la señora de la casa", en referencia exclusiva a mi hogar, no como una expresión despectiva u ofensiva para las mujeres.”
Er... Entonces, si se refería sólo a su casa... ¿la expresión despectiva u ofensiva era sólo para su esposa?
¿O sea que la que tiene que saber el precio de las tortillas es Angélica Rivera?
No se la creo. Simplemente no veo a Angélica Rivera haciendo fila para comprar tortillas ¡como el resto de la prole!
La barbajanada que dijo Peña Nieto además de mostrar una vez más que no tiene ni la menor idea de las necesidades de los mexicanos —y por ende hasta riesgoso ya está resultando que llegue al poder—, demuestra que para él las mujeres deben estar relegadas a las labores domésticas como obligación. Empezando por su casa.
Y la verdad, un barbaján ignorante NO es lo que México necesita para salir adelante. Ya bastante tuvo México con Vicente Fox y sus lavadoras de dos patas.
Por eso mejor AMLO 2012.
PD: ¿También van a decir en Tercer Grado que no es necesario saber el salario mínimo ni el precio de la tortilla para gobernar? ¿Nos va a convencer Adela Micha de que ella va por las tortillas en su casa?
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