No cabe duda que twitter posee la inercia para ejercer influencia real en las elecciones 2012. Sus usuarios, de la mano de la espontánea libre expresión, induciendo ideas y emitiendo posturas que contribuyen a formar la moral colectiva, que acarrearán sectores hacia un candidato consensuado abiertamente.
Pero qué revolcón le pegaron en el medio a Peña Nieto por no ser aficionado a la lectura. Por acá reflexionamos al oír el alboroto—pero si nada tiene de raro, México no es país de lectores--. Conozco ingenieros, médicos, etcétera, que no leen o que leen basura, siguen telenovelas.
Son los medios alternativos los que se están ocupando de exponer a los políticos tras la piel, sin compromisos ni pactos de conveniencia, los que atraen e influyen a usuarios hacia el cambio de conciencia y por ello están mirando hacia AMLO como opción de un mandato progresista ético e incluyente, pero quien tampoco se distingue por ser lumbrera literaria.
A los que hay que reclutar es a aquellos que se resisten a que las cosas cambien, que se estancan en el conformismo y la apatía producto de la visión de inevitabilidad atribuida a las acciones gubernamentales y el temor a lo desconocido, el adormilamiento, el peligro de caer en lo “pecaminoso”, pero dadas la circunstancias actuales pueden ser convencidos, porque desaprueban por fracasada, la imposición del presidencialismo en el sexenio de Calderón causante de la crisis de degradación y violencia.
Se puede percibir una ola de confianza que crece en la región occidental del país apoyada por las redes sociales, cuya anterior puesta en guardia contra AMLO, ha sido bajada dándole entrada a su voz, a su proyecto. Se van convenciendo que bajo su dirigencia se respetará la propiedad privada. No se confiscarán los bienes patrimoniales ni se promulgarán leyes contra los derechos humanos o civiles. Se promoverá la libre empresa sin privilegios.
Esto es lo que más preocupa de un gobierno considerado de izquierda a nuestros bellos parajes envueltos en leyendas cristeras en donde prácticamente no se lee a pesar de los grandes escritores que ha dado la región anfitriona de la FIL, un mal negocio en lo que se refiere a vender libros.
Pero ahora que el movimiento mayoritario que representa el lider tabasqueño habla de la república amorosa, del amor al prójimo, esto sí les hace sentido y la pregunta que más nos han expresado el México empresarial mocho actual, que querrían formular a AMLO, es muy básica, naturalmente, pero no importa, aun así es válida y hay que contestarla a satisfacción:
¿Cómo podemos confiar ahora en el AMLO de amor que genuinamente dice usted que es, si antes se mostraba como un AMLO lleno de odios y resentimientos? (¿Cuál sería la mejor respuesta, la que ya dejara por la paz ésta interrogante?)
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