El secretario de Hacienda, Ernesto Cordero Arroyo, ya abrió la boca para anunciarnos que en 2011 seguirán los aumentos graduales a los precios de las gasolinas. La razón absurda que dio es el desfase que existe entre los precios en México y las cotizaciones internacionales.
Si comparamos los salarios, la inflación, el desempleo y la pobreza que padecemos, con la de otros países, esa razón además de absurda es injusta.
Además, se olvida que México es un país productor de petróleo, lo que nos coloca en distintas circunstancias.
La verdadera razón por la que el gobierno aumentará los precios de las gasolinas va más allá de esta tontería con la que salió Cordero.Hace muchos años que los gobiernos priístas y ahora panistas iniciaron el desmantelamiento de nuestra industria petrolera. No pensaron en la construcción de refinerías para procesar aquí las gasolinas y dejarlas de comprar en el extranjero, porque detrás de esa acción, a todas luces antipatriótica, existe un gran negocio entre particulares y funcionarios.
La venta de crudo nunca ha sido la mejor solución. PEMEX ha sido saqueada por años, y abandonada la posibilidad de que pueda hacerse cargo de la industrialización del petróleo y los petroquímicos que consumimos. ¿Cuándo iniciará la prometida refinería? No será desde luego en este año porque la atención ya está puesta en los procesos electorales y la fallida guerra contra el narco. A los que atacaron sin fundamento el Proyecto de Nación que propuso Andrés Manuel López Obrador, por fin les quedará claro que el gobierno espurio nunca tuvo ni proyecto ni voluntad de salvar nuestra industria petrolera.
En cambio, López Obrador, si no le hubieran cerrado el paso a la Presidencia, en estos momentos estaría inaugurando al menos 2 de las refinerías que contemplaba su proyecto. Nunca es demasiado tarde para rectificar, para corregir el rumbo y evitar que la gente pague el costo de las decisiones políticas erróneas que toman priístas y panistas coludidos en las alturas.
Si permitimos que estos bárbaros sigan en el poder, acabaremos no sólo pagando más por las gasolinas sino entregando a empresas particulares, nacionales y extranjeras, lo que queda de PEMEX. La patria no se vende, se ama y se defiende.
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