jueves, 1 de diciembre de 2011

Por encima de cualquier interés está la transformación de México


POLIMNIA ROMANA
A quienes realmente nos interesa un cambio en el país, un cambio urgente que detenga la crisis en la que se encuentra México, nos llena de orgullo y satisfacción la decisión de las fuerzas progresistas de marchar unidas a la próxima contienda electoral para elegir al nuevo Presidente.

Así como muchos ciudadanos, millones en todo el territorio, hemos tomado conciencia de que si seguimos por el mismo camino las cosas van empeorar, existen otros que le apuestan al beneficio personal o de grupo haciendo a un lado el interés general. Y no me refiero sólo a los políticos y a los grandes empresarios que no quieren perder privilegios, también hablo de aquellos ciudadanos que por falta de información han creído que volver al pasado puede ser la solución.

A ellos especialmente es a los que debe ir encaminada la propuesta que ofrece en estos momentos la izquierda unida. Compartir el contenido del Proyecto Alternativo de Nación que impulsa Andrés Manuel López Obrador debe ser una tarea de quienes lo conocemos y hemos hecho la diferencia que guarda con los “Proyectos” que nos han conducido a esta terrible desigualdad, a este crecimiento de la pobreza y de la violencia.

México es como un barco a la deriva y si no actuamos con responsabilidad para dirigirlo a buen puerto, entre TODOS, nadie se salvará ni siquiera los que se sienten resguardados por el estado.

Desgraciadamente, tenemos ejemplos de que ni el dinero ni el poder han podido evitar la muerte prematura de algunos mexicanos.

Necesitamos crear las condiciones necesarias para que podamos vivir en armonía y paz. Pero para lograrlo es indispensable que exista justicia porque la paz es fruto de la justicia.

La simulación y las falsas promesas que hemos escuchado en los últimos años de los políticos que ambicionan el poder para desde ahí privilegiar a unos cuantos, y privilegiarse ellos mismos, han traído al pueblo, además de decepción, mucho sufrimiento. Ya es hora de romper el círculo vicioso de repartir migajas en tiempo de elecciones y traicionar a los votantes que caen en las redes una vez que se llega al poder.

La corrupción de priístas y panistas que no han sabido repartir con equidad el dinero que es de todos, y que se enriquecen de manera obscena sin que se les finquen responsabilidades por su ineptitud o por el robo descarado al erario, tiene que tener un límite.

Hoy tenemos la oportunidad de transitar por un camino diferente y anteponer los intereses personales o de grupo al interés general, que es lo justo y lo más humano.

Es verdad que dentro de la izquierda no ha sido fácil la reconciliación, sin embrago, este paso que hoy nos lleva unidos a buscar un mejor futuro para México no debe desaprovecharse.

Pongamos lo mejor de cada uno para no resquebrajar los esfuerzos de las distintas organizaciones de izquierda que han hecho posible, y a tiempo, esta unidad.

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