Ayer Natalia Colmenares publicó, basada en informaciones de www.sdpnoticias.com (que a su vez citaba al diario Reforma) que Alejandro Encinas iba a ser el candidato de la izquierda a gobernador del Estado de México. (http://sdpnoticias.com/sdp/columna/natalia-colmenares-natcolmenares/2011/01/05/1187358). Dijo también la columnista, cuya cuenta de Twitter es @natcolmenares, palabras más, palabras menos, lo siguiente:
1. Que Yeidckol Polevnsky, que era la propuesta del movimiento de Andrés López Obrador para esa candidatura (cuando Encinas la rechazaba, hay que subrayarlo), con convicción democrática se había hecho a un lado, lo que era una buena noticia.
2. Que Encinas será candidato solo de la izquierda. Aunque se supone que habrá una consulta para determinar si hay alianza o no con el PAN, la cercanía de toda la vida de Encinas con AMLO, hace imposible para el panismo aceptar la propuesta. Quedaría el partido que está en Los Pinos como una comparsa de la fuerza política, la de López Obrador, que durante años lo ha acusado de haberse robado las elecciones de 2006.
3. Que como el debate que realmente ha enfrentado a Andrés Manuel con Marcelo Ebrard Casaubón, los chuchos del PRD (Jesús Ortega, Jesús Zambrano, Carlos Navarrete) y con Manuel Camacho, tiene que ver única y exclusivamente con las alianzas con la derecha, la nominación puramente izquierdista de Encinas era una clara victoria del presidente legítimo de México sobre sus rivales en la izquierda, esto es, los citados Ebrard, chuchos y Camacho.
Bueno, pues 24 horas después los medios tradicionales más grillosos (no hablo de Reforma que fue el que dio la nota en exclusiva) se dieron cuenta de lo anterior y, en pleno control de daños, manejan lo que es una derrota de Ebrard, los chuchos y Camacho ¡como una victoria de Ebrard, los chuchos y Camacho!
Ridículo papel de los medios tradicionales. Veamos.
1. La columna política de El Universal, Bajo Reserva, dice, viendo las cosas al revés (y 24 horas después de anunciadas), que con la nominación de Encinas el jefe de gobierno del DF, Marcelo Ebrard, "se brinca a AMLO". El diario de Juan Francisco Ealy Ortiz afirma que "desde hace algunas semanas, Ebrard venía hablando al oído de don Alejandro y le comió el mandado a Andrés Manuel López Obrador... El tabasqueño comienza hoy un recorrido por el estado de México con esa noticia". Una noticia difundida y comentada desde mucho tiempo antes de que se fuera a las prensas de El Universal, por cierto.
2. Carlos Marín, en Milenio, publicó la columna "López Obrador ante el abismo Encinas". En la misma se lanza durísimo contra AMLO.
3. Ciro Gómez Leyva, en Milenio, igualmente bastante retrasado, ve en la "novedosa" (para él, desde luego) nominación de Alejandro Encinas "una jugada formidable" que "fuerza a los reacios (López Obrador, panistas antilopezobradoristas, el propio Encinas) a someter el tema de la alianza opositora a un plebiscito. Redondo". Ridículo, diría yo. Porque la alianza con el PAN es imposible e impensable, a menos que quiera suicidarse el partido en el poder federal apoyando a un destacado seguidor de AMLO.
4. En Milenio también, Joaquín López-Dóriga, apresurándose a ver qué rescata de lo perdido para su causa, cree que lo de Encinas es un triunfo de Ebrard que comenzó a operar "con la mirada puesta en 2012, pasando por encima de la dirigencia del PRD y del proyecto de López Obrador en esa entidad. Ayer, en un movimiento sorprendente, que habla de su capacidad de operación, llevándolo como testigo, se dio a conocer la nominación de Alejandro Encinas como candidato del PRD-PT-Convergencia, desplazando a la candidata que AMLO se había sacado de la bolsa". Bueno, pues horas antes del anuncio del movimiento sorprendente del que habla López-Dóriga, Reforma, SDPnoticias y @natcolmenares lo daban a conocer y hasta lo analizaban como lo que es, una clara victoria de AMLO.
5. Reforma, mucho más informado que los otros medios, dijo en su columna política más o menos lo mismo, que se supone que el cocinero de la nominación de Encinas fue Marcelo Ebrard, aunque, más sabios sus editores, concluye su comentario diciendo que "hay quienes ven en el movimiento toda la sazón de Andrés Manuel López Obrador, aunque no se metió a la cocina pero parece que fue quien escribió la receta".
Y eso fue lo que pasó. AMLO escribió el guión, y con sabiduría política dejó que lo redactaran Ebrard, Camacho, los chuchos y todos los demás. Solo para probar quién es el que manda en la izquierda.
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