viernes, 1 de octubre de 2010

Cambia postura el gobernador de Jalisco tras marcha de la UdeG

Incidente con el ex rector, otro motivo por el que Emilio González modificó su discurso
Pide mayores recursos para la universidad

Marcha, la tarde del miércoles, para exigir mayor presupuesto para la Universidad de Guadalajara. En la imagen Raúl Padilla (de gorra y con barba) y a su izquierda el regidor priísta Jaime PrietoFoto Arturo Campos Cedillo
Juan Carlos G. Partida
Corresponsal
Periódico La Jornada
Viernes 1º de octubre de 2010, p. 32
Guadalajara, Jal., 30 de septiembre. Este jueves, un día después de la marcha de la Universidad de Guadalajara (UdeG) que reunió, según datos oficiales, a unos 80 mil manifestantes para exigir al gobierno estatal más recursos para la casa de estudios, y después de que el gobernador Emilio González Márquez visitó en aparente estado de ebriedad al ex rector Raúl Padilla López, el mandatario cambió su postura y declaró que la Secretaría de Educación Pública federal debería liberar más presupuesto a la institución educativa.

El gobierno federal ha descuidado a nuestra UdeG; entonces el Estado le aporta más cada año, pero no hemos logrado que el gobierno federal lo meta en el subsidio ordinario y ahí es donde nos encontramos en problemas con otras universidades, dijo Emilio González en entrevista radiofónica.

Asimismo, retomó el discurso de la casa de estudios al argumentar que la casa de estudios tapatía es la antepenúltima universidad pública, en cuanto a recursos federales, y la segunda mejor acreditada en programas de calidad.

Hay una buena calidad educativa y mejora permanente en la UdeG, y la autoridad federal no refleja esto en el presupuesto y nos complica, a Jalisco, el poder mantener el ritmo de la inversión, agregó.

También reconoció que antes de la marcha se reunió, la madrugada del miércoles, con Raúl Padilla López, ex rector y líder político de la universidad.

En tanto, alumnos de dos preparatorias de la UdeG marcharon este jueves; un grupo dejó en Casa Jalisco un libro de José Guadalupe Posada, para que el gobernador panista conozca la obra del caricaturista y no crea que las catrinas entregadas hace unos días fueron una amenaza de muerte.

Ebrio, visitó a Padilla López y lo insultó

Raúl Torres La Jornada Jalisco

El gobernador del estado, el panista Emilio González Márquez –testigos indican que en estado de ebriedad–, irrumpió la noche del martes en la casa de Raúl Padilla López, ex rector de la UdeG, para intimidarlo. Fue necesario llamar al secretario general de Gobierno, Fernando Guzmán Pérez, para sacarlo del domicilio del también presidente de la Feria Internacional de Libro de Guadalajara.

Le fui a decir sus verdades, dijo González Márquez en mensajes de texto que envió a algunos diputados locales a propósito del incidente.

Esa noche, Padilla López y otros dirigentes del Grupo UdeG afinaban los detalles de la marcha que al día siguiente la comunidad estudiantil efectuó para solicitar mayor presupuesto para la institución educativa. Según escoltas y choferes de los universitarios, el mandatario estatal llegó ebrio, insultó a los presentes y golpeó la puerta para que lo dejaran entrar.

“‘Saca las llaves y ábreme la puerta, cabrón’, me ordenó; yo me quedé callado porque es el gobernador. Atrás de él sus escoltas nos hacían señas para que entendiéramos que venía tomado. Todo eso debe de estar grabado en las cámaras de seguridad que hay en la casa del licenciado Padilla”, señaló uno de los choferes.

El gobernador siguió golpeando la puerta hasta que Padilla López lo dejó entrar. Según testigos, el encuentro transcurrió entre episodios de humor y gran tensión:

–Raúl, ¿ya estás pedo? –preguntó el gobernador.

–Yo no. ¡Pedo, tú! –respondió el ex rector.

–No’mbre, yo así opero –contestó González Márquez.

Fueron escoltas de González Márquez quienes solicitaron el apoyo del secretario de Gobierno, para que fuera a tranquilizarlo y se lo llevara de ahí.

Ese día, por la tarde, Emilio González tuvo una reunión con alcaldes de la zona metropolitana de Guadalajara y representantes del Fondo Nacional de Inversión, con quienes buscó mecanismos para destrabar los recursos federales de la línea dos del Macrobús (principal proyecto de transporte de su gestión). Sin embargo, la oposición del alcalde tapatío, Jorge Aristóteles Sandoval, tornó ríspida la discusión y al final el mandatario optó por quedarse en un bar con algunos colaboradores para bajar la tensión.

Cuando llegó a casa de Padilla López olía mucho a alcohol, indicaron los escoltas. Antes de salir, el único pacto fue no hacer público el incidente, según las fuentes, pero el propio Emilio González rompió el acuerdo y envió mensajes a los legisladores.

La UdeG emitió un comunicado que niega cualquier acercamiento con el Ejecutivo local para pactar orden durante la marcha del miércoles, pues el respeto a la legalidad está en la formación y el espíritu universitario.

El miércoles, Padilla López analizó con sus colaboradores la posibilidad de emitir un comunicado sobre la visita. Según trascendió, al final optó por el silencio –a pesar de la molestia que generó que Emilio González hiciera público lo ocurrido– porque las amenazas que habría proferido el gobernador, por graves, empañarían la imagen de la clase política estatal.

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