El gran economista mexicano, Rogelio Ramírez de la O, nos dice en su columna que las autoridades mexicanas solicitaron al Fondo Monetario Internacional ampliar la línea de crédito flexible que había concedido en 2009 y renovado en 2010, pero ahora ampliándola de 47 mil a 73 mil millones de dólares por dos años. La razón esgrimida es que hay riesgos sobre la permanencia de la recuperación estadounidense y una posible crisis de deuda soberana en Europa.
Irónicamente, esto contradice el discurso oficial de que la crisis está superada. Pero aun con esos riesgos, la ampliación a 73 mil millones, cuando el Banco de México ha acumulado muchas reservas que ahora llegan a 116,700 millones de dólares, da qué pensar sobre cuáles son los FANTASMAS que el gobierno quiere espantar con tantas disponibilidades.
Desde luego, sí hay un problema con los cuantiosos activos que los bancos españoles podrían sacar repentinamente de México, así como mucho capital GOLONDRINO invertido sólo para aprovechar la mayor tasa de interés de México comparada con la de Estados Unidos.
Ramírez de la O aclaró que fue apresurado que México descartara en varios foros mundiales el uso de cualquier medida para frenar esos capitales cuando nadie se lo exigió.
Si las cosas salen muy bien, esos capitales habrán causado un peso sobrevaluado que a su vez castigará las exportaciones y, por lo tanto, el crecimiento. Si las cosas salen mal y los capitales se retiran por alguna crisis, la violencia y la inseguridad por ejemplo, México se podría endeudar con el FMI para mantener el tipo de cambio y con ello pagar la salida de los especuladores después de que ya cobraron altos rendimientos.
Como el fin de sexenio se aproxima, es inevitable pensar en lo que haría el nuevo gobierno si el actual le deja un peso sobrevaluado (como el caso de Salinas a Zedillo) o, además, una deuda con el FMI (como le dejó López Portillo a Miguel de la Madrid). En este último caso, el nuevo gobierno tendría que firmar un programa de ajuste y elevar impuestos o bajar el gasto sólo por haber mantenido el peso con deuda externa para pagar la salida de los especuladores.
Todo esto sólo nos habla de las pésimas medidas que han tomado en materia económica los gobiernos priístas en su momento y ahora los panistas. La cruda realidad es que el pueblo se empobrece cada vez más y paga con creces la ineptitud de los gobernantes. No es necedad ni obstinación del Movimiento Nacional por la Transformación del País pedir a la población que deje de votar por el PRI y el PAN. Se trata de frenar la caída al precipicio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario