TRASCENDIO

2011-12-01 • AL FRENTE


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Que la Secretaría de Relaciones Exteriores, que conduce Patricia Espinosa, confirmó al cuarto para las 12 la asistencia del presidente Felipe Calderón a la cumbre donde se conformará la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, que no es otra cosa más que la OEA sin Estados Unidos y Canadá.

La reunión comienza mañana en Caracas y más de 30 mandatarios del continente ya estaban apuntados desde hace semanas. La presencia del mandatario mexicano se dio por hecho ayer.

Si son impulsores de esta nueva asociación, ¿por qué la habrán pensado tanto en Los Pinos?

Que en el PAN aseguran que uno de los más apuntados para ocupar un cargo público nuevo el próximo año es el secretario particular del presidente Felipe Calderón, Roberto Gil Zuarth.

La apuesta del ex diputado y ex aspirante a dirigir el blanquiazul es entrar en los primeros lugares de la lista plurinominal del PAN al Senado.

Que otro que va al Senado es Alonso Lujambio.

En la SEP sólo esperan un estudio que dé cuenta de su estado de salud para que deje el escritorio de José Vasconcelos y se lance en pos del Congreso.

Dicen en el PAN que sería un perfecto cabildero y gran tribuno. Y ayer se le vio entero en la despedida al ahora ex subsecretario Fernando González.

Que el presidente de la Cámara de Diputados, Emilio Chuayffet, presentará formalmente este jueves una iniciativa para adicionar un artículo transitorio al Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales, que, dice, permitirá desatorar el nombramiento de los tres consejeros faltantes en el IFE.

Que el secretario del Trabajo, Javier Lozano, no tiene reparo en demostrar públicamente su buena relación con el gobernador de Sinaloa, Mario López Valdez; en su cuenta de Twitter subió varias fotos con él y asegura que lo llama “torbellino”.

Que la división entre ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación ha llegado a niveles extremos por los polémicos casos que han desahogado.

La tensión ha crecido a tal grado que hay algunos ministros que sólo se dirigen la palabra para lo que es estrictamente necesario, cuentan en los pasillos del tribunal.

Muchos extrañan al ministro José de Jesús Gudiño Pelayo, quien era un conciliador nato entre los liberales y conservadores