jueves, 1 de diciembre de 2011

Calderón promete tarjetas bancarias en una comunidad donde no hay bancos (nadie lo entiende) dad donde no hay bancos


En Batopilas, en la sierra Tarahumara, donde no hay un solo banco, Calderón anunció que 6.5 millones de pobres tendrían tarjetas bancarias del programa Oportunidades, pero la gente que presenciaba su discurso la palabra "bancarización" no pareció decir nada.

Felipe Calderón ofreció un discurso en Batopilas, durante su gira por Chihuahua.
Calderón promete tarjetas bancarias en una comunidad donde no hay bancos
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México.- En Chihuahua, Felipe Calderón anunció la “bancarización” del programa Oportunidades, por lo que entregará millones de tarjetas bancarias a los más pobres para recibir los apoyos federales.

Pero lo curioso es que el panista dio su anuncio en Batopilas, en la sierra Tarahumara, donde no hay un solo banco, por lo que la bancarización, que es la palabra común entre los financieros, pareció no decir nada a los rarámuris que con entusiasmo escucharon el discurso.

Batopilas es la tierra donde nació el fundador del PAN y creador de varias instituciones financieras, Manuel Gómez Morín.

De acuerdo con el diario La Jornada, Calderón Hinojosa usó sus mayores esfuerzos pedagógicos para exaltar las bondades de la nueva era de Oportunidades y conferirle a la tarjeta bancaria la calidad de instrumento clave para salir de la pobreza, pero los habitantes de Batopilas (el segundo municipio más pobre) escuchaban inexpresivos las explicaciones presidenciales:

“La gente pobre cuando necesita un préstamo va al banco, a la caja popular, y le dicen: ‘¿tú quién eres?, tú no eres nadie, no tienes ni cuenta en mi banco, no tienes cuenta en el sistema’. En cambio, la gente que tiene cuenta en el banco va a pedir un dinerito para una emergencia, que porque se casa la hija o va a poner el nixtamal y le dicen, ah, tú tienes cuenta en el banco, y le prestan”, expresó el panista.

Y siguió con su anuncio del programa de bancarización más grande del mundo.

“Todo eso va haciendo, también, diferencias entre los que tienen dinero y los que no tienen, lo que se llama el acceso a los bancos. Hoy, con esta tarjeta, le estamos dando acceso al banco, por primera vez en la historia de México, a 6 millones de familias, las más pobres del país.

“Aquí nadie de ustedes tiene cuenta. ¿Por qué? Porque aquí en Batopilas no hay ni banco, ¿no es cierto?, pero con esta tarjeta ustedes van a poder tener una cuenta en un banco. Ahí va a estar su dinero, y cuando quieran retirar su dinero, van a la tienda Diconsa, a la tienda Conasupo”, expuso.

El proyecto del gobierno es que para el próximo año los 6.5 millones de beneficiarios del programa cuenten con la tarjeta de débito, la cual, previo pago de 10 pesos, permitirá que obtengan un seguro de vida, y si se llegan a morir les entregarán hasta 40 mil pesos, expresó Calderón.

“La gente pobre, cuando se muere, que Dios no lo quiera, ni quien se acuerde de ella y no tiene su familia ni para enterrarla. La gente que está en el banco tiene un seguro de vida si se muere, Dios no lo quiera, le dan dinero a su familia”, insistía Calderón en su discurso.

Durante su visita por Guachochi, segundo punto de su gira, el panista intentó un ejercicio en el pequeño gimnasio del poblado.

“Levante la mano quien de los presentes está en el programa Oportunidades”. En automático todos levantaron la mano.

“Levante la mano quien tiene cuenta bancaria”. Sólo el secretario de Desarrollo Social, Heriberto Félix Guerra, alzó tímidamente la suya.

Calderón se vio magnánimo en Batopilas donde ofreció regalar una casa a quien describiera las viviendas que construyen conjuntamente el gobierno federal y el de Chihuahua.

Y Ángela, una rarámuri, la obtuvo con sólo mencionar que son rojas.

Aunque Calderón dio la noticia de la edificación de 25 mil viviendas de adobe y techo de lámina, que se construirán para los indígenas de Chihuahua, asumió que el proyecto era muy costoso (600 millones de pesos) para la población beneficiada, “por eso nadie lo ha hecho”, pero ofreció construirlo.

No obstante, en tono de despedida, dijo: “como a mí ya se me va acabar el gobierno, a lo mejor alcanzamos a terminarla”, por lo que al menos ofreció comenzar el proyecto.

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