@NietzscheAristo
mar 6 dic 2011
Al retuitear la frase de su novio, Paulina Peña Pretelini llamó “bola de pendejos” y “prole” a los críticos del desaguisado de su padre, quien exhibiera, dígase bien, su ignorancia, que no una simple confusión. Clara es la intolerancia, la prepotencia, el insulto, el menosprecio expresado en el RT de la adolescente.
Ya el desprecio es grave y agravante, mucho más lo es que provenga de quien debe todo el sustento de su vida al erario público. Dirán que se trata de una joven inexperta. Bueno, sí, gran parte de la responsabilidad es del padre quien educa y no lo ha hecho responsablemente.
No sólo para Paulina sino para todos los adolescentes y en general la población del país, sugerimos incorporar un pequeño texto a la lista de libros que no se debieran olvidarse: la Cartilla Moral de Alfonso Reyes. Vuelta a poner amorosamente en circulación, significativamente, por el adversario político del padre de la joven en cuestión. Allí encontrará líneas de educación e instrucción para el respeto tanto personal como colectivo, ya sea del orden familiar, nacional o universal. Encontrará sentido de solidaridad para con la prole y la bola de pendejos, quienes no son más que ciudadanos, como ella y el novio, con el derecho de someter la crítica a quien se expone a la opinión pública. Sobre todo, cuando se aspira al cargo mayor de la nación.
Aquí está el enlace al texto de Alfonso Reyes, para que no se olvide: http://regeneracion.mx/cultura/320-cultura/1631-cartilla-moral-alfonso-reyes
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